zación: los dos rayos luminosos que salen de un trozo de espato, que refracta un rayo en dos, no se comportan, al atravesar un segundo cristal semejante, como la luz ordinaria; no se dividen otra vez cada uno en dos rayos iguales, sino en desiguales rayos, uno de los cuales puede incluso, en ciertas circunstancias, desaparecer por completo. Es como si las diferentes direcciones dentro de un plano de onda no fueran de igual valor (fig. 60). Malus descubrió (1808) que la polarización no es una característica de la luz que atraviesa cristales de doble refracción, sino que puede ser producida por sencilla reflexión; mostró que una luz reflejada por un espejo bajo un ángulo determinado es reflejada por otro espejo con diferente fuerza, cuando se hace girar este espejo alrededor del rayo incidente (figura 61). El plano perpendicular a la superficie del espejo, el que contiene el rayo incidente y reflejado, llámase plano de incidencia; se dice entonces que el rayo reflejado está polarizado en el plano de incidencia, con lo cual se quiere decir no más sino que el rayo se comporta diferentemente, en una nueva reflexión, según esté el segundo plano de incidencia respecto del primero. Si los dos planos son perpendiculares, no se verifica reflexión alguna en el segundo espejo.
Los dos rayos que salen de un pedazo de espato están polarizados perpendicularmente uno a otro; si se dejan caer los dos sobre un espejo, buscando el ángulo adecuado, uno de ellos