Investigaremos si temáticamente el influjo que sobre esos tres caracteres de la onda luminosa tienen los movimientos relativos de los cuerpos que emiten luz y los que la reciben, unos con respecto a los otros y con respecto al medio en que se propaga, ya sea el éter en el espacio cósmico, ya sea una substancia transparente.
El método empleado es el siguiente: consideramos un tren de ondas que en el tiempo t = 0 abandona el punto cero en una dirección y contamos las ondas individuales que pasan por un punto P cualquiera, en el tiempo t. Este número evidentemente es independiente del sistema de referencia en que se midan las coordenadas de P; el sistema puede estar inmóvil o en movimiento. Determínase ese número del modo siguiente:
La primera onda que sale del punto-cero en el momento t = 0 tiene que recorrer cierta distancia s (fig. 67) antes de alcanzar el punto P; para ello necesita el tiempo . A partir de este momento, contemos las ondas que pasan por P hasta el momento t; esto es, durante el tiempo . Ahora bien; la luz, en un segundo, verifica ν vibraciones, y a cada onda que pasa corresponde, exactamente, una vibración; por tanto, en un segundo pasan ν ondas, esto es, en sec, pasarán ondas por el punto P.
El número de ondas depende, pues, tan sólo de la posición de los puntos cero y P, respectivamente, y respecto