y, por tanto:
Así, la unidad de carga en el sistema c, g, s queda determinada; hay que escribirla:
La fuerza E eléctrica del campo, definida por K = eE, tiene la dimensión
y su unidad es:
Desde el establecimiento de la ley de Coulomb, la electroestática se hizo ciencia matemática. El problema más importante es, dada la cantidad total de electricidad en cuerpos conductores, calcular la distribución de las cargas en éstos, bajo la acción de la influencia recíproca, y las fuerzas que de aquí se originan. El desarrollo de este problema matemático es interesante, porque muy pronto se apartó de la primitiva formulación, como teoría de acción a distancia, y se transformó en una pseudoacción próxima; es decir, que, en lugar de las sumas de las fuerzas de Coulomb, se ponen ecuaciones diferenciales, en donde como incógnita entra la fuerza del campo, E, o una cantidad en conexión con ésta, el potencial. Pero no podemos seguir de cerca estas cuestiones puramente matemáticas, en las que se han distinguido notablemente Laplace (1782), Poisson (1813), Green (1828) y Gauss (1840). Sólo nos fijaremos en un punto. En este tratamiento de la electroestática, llamado generalmente teoría del potencial, no se trata propiamente de ninguna teoría de la acción próxima en el sentido que hemos dado a la pala-