Y ahora pueden unirse las dos leyes de Faraday en esta fórmula:
La descomposición electrolítica ofrece, pues, una medida comodísima para la cantidad de electricidad e que ha pasado en la célula en una descarga; basta determinar la masa m de un producto de descomposición cuyo peso equivalente sea μ, y se obtiene por la ecuación [45] la cantidad de electricidad que se busca. Y es, naturalmente, indiferente que se haya obtenido ésta por descarga de conductores cargados (condensadores) o que proceda de una célula galvánica. En este último caso, la electricidad corre continuamente con fuerza constante; la cantidad que pasa en la unidad de tiempo por una sección cualquiera de la conducción y, por tanto, por la célula de descomposición, llámase fuerza de la corriente. Esta puede medirse simplemente haciendo pasar la corriente galvánica durante la unidad de tiempo (1 sec.) por la célula electrolítica y determinando la masa m de un producto de descomposición; entonces la ecuación [45] proporciona la carga e, que es igual a la fuerza de la corriente. Si la corriente pasa, no durante un segundo, sino durante t segundos, entonces la cantidad de electricidad e que ha corrido y la masa m separada de cada producto de descomposición son t veces el número anterior; la fuerza de la corriente J es, pues:
Su dimensión es:
y su unidad: