puro, nada de esto le puede competer. Mas, ¿por que, no le debe competer? ¿por qué no puede entenderse todo esto propisimamente segun la letra? ¿Qué error hay en creer y afirmar, que Dios tiene realmente ojos, oidos, boca, manos, &c? Cualquiera que lee la Escritura, sabe facilmente por ella misma, si es que no lo sabia de antemano, como lo deben saber todos los Cristianos, que el verdadero Dios á quien adora, es un espíritu puro y simplísimo, sin mezcla alguna de cuerpo ó de materia. Si esto sabe, este solo le basta, aunque sea de tenuísimo ingenio, para concluir al punto y comprender con evidencia, que los ojos, oidos, boca y manos que la Escritura divina atribuye á Dios, no pueden ser de modo alguno corporales, sino puramente espirituales, del modo que solo pueden competer a un puro espíritu. ¿Y si esto entiende, si esto cree, no entenderá y creerá una cosa infinitamente verdadera? ¿Como nos ha de hablar Dios para que le entendamos, sino con nuestro lenguaje y con nuestras palabras? ¿Donde está, pues, en este ejemplar el peligro del sentido literal?
7El peligro, amigo, no digo solo remoto y aparente, sino próximo y real, está por el contrario en creer al hombre que interpreta, cuando este se aparta de aquel sentido propio, obvio y literal, que muestra la letra con todo su contesto: cuando quita, ó disimula, ó añade alguna cosa que se oponga, ó se aleje, ó no se conforme enteramente con el sentido literal. Y sino, decidme: ¿por que no admiten, antes condenan como peligrosa, ó á lo menos como dura é indijesta, aquella celebre proposicion del doctísimo Teodoreto? Este en la cuestion 39 esplicando el Génesis, sobre aquellas palabras: hizo tambien el Señor Dios á Adan y á su muger unas túnicas de pieles, y vistiolos[1], para negar, como lo hace, que Dios diese á Adan y á Eva tal vestido de pieles, dice asi: no conviene seguir el sentido literal desnudo de la Escritura santa,
- ↑ Fecit quoque Dominus Deus Adæ, et uxori ejus tunicas pelliceas, et induit eos.—Gen iii, 21.