Página:La vida de las abejas (1909).pdf/18

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 12 —

.

12nocido por cuantos hayan frecuentado un tanto las abejas. Deseando que mi trabajo no resulte pesado, reservo para obra más técnica cierto número de experimentos y de observaciones que he hecho, durante mis veinte años de apicultura, y cuyo interés es en demasía limitado y especial. Quiero hablar sencillamente de las blondes avettes (1) de Ronsard, como se habla á quien no lo conoce, de un objeto que se conoce y se ama. No me propongo adornar la verdad, ni substituir, según el justo reproche de Réaumur, á cuantos de ellas se ocuparon antes que él, lo maravilloso de complacencia é imaginario, á lo maravilloso real. Mucho de maravilloso hay en una colmena, pero eso no es razón para añadírselo. Por lo demás, ya hace largo tiempo que he renunciado á buscar en este mundo maravilla más interesante y hermosa que la verdad, ó al menos que el esfuerzo del hombre para conocerla. No nos esforcemos por encontrar la grandeza de la vida en las cosas inciertas. Todas las cosas muy seguras son muy grandes, y hasta ahora no las conocemos bajo todas sus fases.

No afirmaré, pues, nada que no haya verificado yo mismo ó que no esté admitido de tal manera por los clásicos de la apidología, que toda verificación sea ociosa. Mi parte se limitará á presentar los hechos de una manera igualmente exacta, pero algo más viva, á mezclarlos con algunas reflexiones más desarrolladas y más li(1) Podría traducirse por las blondas abellas.