(* LI 0 supo , partió rápidamente con la gente da guerra que tenia reunida , á pesar de ser el corazón del invierno , y llegó á Valla¿olid á reanimar con su presencia las esperanzas de Castilla; Encargado del mando del ejército» por voz y deseo general de las tropas y del pueblo (aunque la Junta estaba inclinada á entregarlo á D. Pedro Laso, que nunca per- donó este desaire) ordenó Padilla su exér- cito, y lo extendió por la comarca de Var lladoiid, donde fueron frecuentes las escara-r muzas con las tropas de los Gobernadores, haciéndose unos y otros gran daño , tabar- do campos , tomando villas y lugares,* y sin escuchar nunca palabras de paz, á pesar át haber venido á esta. sa?on un legado del Pa- pa y ua enviado del Rey de Portugal á tetotar medios de concordia. Tomaba vuelo segunda vez la causa de la Comunidad: á su hombre se habian le- vantado'las Merindades de Castilla. 1* .vieja, capitaneadas por el .Conde de Salvañeq#, que después fué degollado , y por otros ca- balletes' principales .IcL reyno de XoWo, mas alterado que nunca, manteqia tan en- cendida la guerra en toda Castilla , que de-
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