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NOVENA LECCIÓN
Lo que acabamos de expresar es de tal modo
extraño á las ideas corrientes, que requiere una explicación de los fenómenos estudiados, bajo un aspecto no percibido hasta aquí; el aspecto intelectual del universo, ó mejor dicho el universo
como manifestación inteligente.
Si el pensamiento es un producto de las combinaciones físico-químicas del organismo humano, donde quiera que haya análogas combinaciones, existirán efectos análogos. A iguales causas idénticos efectos.
Ahora, cuando se piensa que la vida obedece á leyes muy simples en su comienzo, y que no hay realmente diferencia entre la materia orgánica y la inorgánica, siéndoles común la sensibilidad, parece que no es ya tan absurdo buscar pensa-