Página:Las Maravillas Del Cielo.djvu/14

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
— 17 —

En cuanto al color azul que la atmósfera presenta, se sabe que procede de la descomposición que experimenta la luz al ser reflejada por el vapor de agua, que se halla siempre en gran cantidad en el aire. Los colores de todos los cuerpos obedecen á causas parecidas, esto es, á la especial agrupación y disposición de sus moléculas, en virtud de la cual absorben ciertos rayos luminosos y reflejan otro ú otros; de modo que negar el azul del cielo porque se deba á un reflejo de la luz, es lo mismo que negar los colores de todas las cosas.

Los antiguos confundían la atmósfera con el cielo, y creían que las estrellas estaban fijas en una especie de bóveda de cristal, como lámparas alimentadas por un fuego inextinguible. La ciencia ha desvanecido esta ilusión, como otras muchas; pero ¿debemos sentirlo? No, porque todas las bellezas imaginadas por el hombre distan de ser tan perfectas como la realidad. En vano creará la fantasía paraísos deliciosos; una flor natural vale más que todas las combinaciones vistosas de terciopelo, seda y papel pintado que, imitándola, puedan confeccionarse en los talleres. Los antiguos desconocían la forma y las dimensiones de nuestro planeta, y forjaron una porción de teorías extrañas para suplir ese desconocimiento: pues bien; todas esas ficciones han resultado mezquinas, comparadas con la realidad. En la astronomía es donde más se observa esta desproporción entre lo soñado y lo cierto. Tendríamos ocupación para muchos días si hubiera de expresaros

LAS MARAVILLAS DEL CIELO.
2