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tos, desbarros y humoradas, desde el arranque del primer punto.

Nada se me hace ya inverosimil acerca del hechizo antiguo de la música, según el filechazo que me da la candorosa tonada. ¡Y cómo sabe acudir a ella en ocasiones que me descerrajaría un tiro en la sien!

Los duendes y lobregueces de mi alma se disipan, y mi aliento se desahoga.

18 de julio.

¿Qué supone, Guillermo, el mundo entero sin amor? Lo mismo que una linterna mágica sin luzApenas se mete la lamparilla resplandecen los personajes galanos por la pared enjalbegada. Y aun cuando no fuese más que esto mismo, a saber, una fantasmeria escapadiza, siempre se cifra en él nuestra dicha, aunque no seamos más que admirados jovenzuelos embelesados con el maravilloso trampantojo. Hoy da el almanaque abstinencia de Carlota, porque me ataja un visitón imprescindible. ¿Qué arbitrio me quedaba? Envié allá al criado, para tener a mi alrededor a alguien que haya estado hoy cerca de ella. ¡Con qué impaciencia le estuve esperando, y qué alegrón al verle! Por empacho no le abracé y besé desaladamente.

Cuentan de la piedra de Bolonia que, puesta al sol, se cala y empapa de sus rayos en tales términos que luego alumbra largo rato de noche. Otro tanto me sucedió con el susodicho. La impresión de aquellos ojos sobre su semblante, mejillas, ropón, botonadura y corbata hacia para mi todo esto sagrado y