extracto de los extractos y la rareza de las rarezas, que quiero legarte como un obsequio para que lo conserves cuidadosamente en tu armario.» Entonces el rey preguntó al médico: «¿Qué libro es ése?» Y contestó el médico: «Contiene cosas inestimables; el menor de los secretos que revela es el siguiente: Cuando me corten la cabeza, abre el libro, cuenta tres hojas y vuélvelas; lee en seguida tres renglones de la página de la izquierda, y entonces la cabeza cortada te hablará y contestará á todas las preguntas que le dirijas.» Al oir estas palabras, el rey se asombró hasta el límite del asombro, y estremeciéndose de alegría y de emoción, dijo: «¡Oh médico! ¿Hasta cortándote la cabeza hablarás?» Y el médico respondió: «Sí, en verdad, ¡oh rey! Es, efectivamente, una cosa prodigiosa.» Entonces el rey le permitió que saliera, aunque escoltado por guardianes, y el médico llegó á su casa, y despachó sus asuntos aquel día, y al siguiente día también. Y el rey subió al diván, y acudieron los emires, los visires, los chambelanes, los nawabs[1] y todos los jefes del reino, y el diván parecía un jardín lleno de flores. Entonces entró el médico en el diván y se colocó de pie ante el rey, con un libro muy viejo y una cajita de colirio llena de unos polvos. Después se sentó y dijo: «Que me traigan una bandeja.» Le llevaron una bandeja, y vertió los polvos, y los extendió por la superficie. Y dijo entonces:
- ↑ Lugartenientes ó representantes del rey.