Ir al contenido

Página:Las mil noches y una noche v2.djvu/138

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
136
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

puse los cincuenta dinares de oro en el sitio de cos- tumbre, y me fuí. Monté en el borrico, me dirigi al khan, y allí estuve durmiendo. Al anochecer me levanté y dis- puse que el cocinero del khan preparase la comida: un plato de arroz salteado con manteca y adereza- do con nueces y almendras, y otro plato de cotufas fritas, con varias cosas más. Luego compré flores, frutas y varias clases de almendras, y las envié á casa de mi amada. Y cogiendo cincuenta dinares de oro, los puse en un pañuelo y salí. Y aquella no- che me sucedió con la joven lo que estaba escrito que sucediese. Y siguiendo de este modo, acabé por arruinarme en absoluto, y ya no poseía un dinar, ni siquiera un dracma. Entonces dije para mi que todo ello había sido obra del Cheitán. Y recité las siguientes estrofas: ¡Si la fortuna abandonase al rico, lo veréis empo- brecerse y extinguirse sin gloria, como el sol que ama- rillea al ponerse! ¡Y al desaparecer, su recuerdo se borra para siem- pre de todas las memorias! ¡Y si vuelve algún día, la suerte no le sonreirá nunca! ¡Ha de darle vergüenza presentarse en las calles! ¡Y á solas consigo mismo, derramará todas las lágrimas de sus ojos! ¡Oh, Alah! ¡El hombre nada puede esperar de sus amigos, porque si cae en la miseria, hasta sus parien- tes renegarán de él!