tarde.» Entonces le dije: «No te preocupe ese retra- so, que lo voy á remediar en seguida. Ya que no como en mi casa, por haberme convidado á un fes- tin, quiero darte cuantos manjares y bebidas tenía dispuestos, pero con la condición de que termines en seguida tu negocio y acabes pronto de afeitarme la cabeza.» Y el barbero contestó: «¡Ojalá Alah te colme de sus dones y te lo pague en bendiciones en su dia! Pero joh mi señor! ten la bondad de enume- rar, aunque sea muy sucintamente, las cosas con que va á obsequiarme tu generoso desprendimiento, para que yo las conozca.» Y le dije: «Tengo á tu disposición cinco marmitas llenas de cosas excelen- tes: berenjenas y calabacines rellenos, hojas de parra sazonadas con limón, albondiguillas con trigo partido y carne mechada, arroz con tomate y file- tes de carnero, guisado con cebolletas. Y además diez pollos asados y un carnero á la parrilla. Des- pués, dos grandes bandejas: una de kenafa y la otra de pasteles, quesos, dulce y miel. Y frutas de todas clases: pepinos, melones, manzanas, limones, dáti- les frescos y otras muchas más.» Entonces me dijo: << Manda traer todo eso aquí, para verlo.» Y yo mandé que lo trajesen, y lo fué examinando y lo probó todo, y me dijo: «¡Grande es tu generosidad, pero faltan las bebidas!» Y yo contesté: «También las tengo.» Y replicó: «Di que las traigan. » Y mandé traer seis vasijas, llenas de seis clases de bebidas, y las probó una por una, y me dijo: <<¡Alah te provea de todas sus gracias! ¡Cuán generoso es
Página:Las mil noches y una noche v2.djvu/198
Apariencia