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Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/27

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HISTORIA DE BAIBARS...

más merecido el castigo que te imponga el sultán.» Entonces, llevando de testigos á tus hombres, harás un registro en la casa. Y desde luego, no has de encontrarme. Y cuando hayas registrado primero la terraza y luego las habitaciones, los cofres y los armarios, sin obtener resultado, bajarás la cabeza, invadido de cruel azoramiento, y empezarás á lamentarte y á excusarte. Y en aquel momento estarás en la cocina de la casa. Entonces, como por casualidad, mirarás al fondo de una zafra grande de aceite, levantando la tapa, y exclamarás: «¡Eh, un instante! ¡atención! Ahi dentro veo algo.» Y meterás el brazo en la zafra y tocarás dentro una cosa así como un paquete de ropa. Y lo sacarás, y verás, y todos los presentes lo verán contigo, mi velo, mi camisa, mi calzón y el resto de mi ropa. Y estará todo manchado de sangre coagulada. Al ver aquello, quedarás triunfante, y el kadí quedará confuso; y se le pondrá amarillo el color, y le temblarán las coyunturas; y se desplomará, y acaso muera. Y si no se muere de repente, hará todo lo posible por echar tierra al asunto, á fin de que no se mezcle su nombre en tan singular aventura. Y comprará tu silencio con mucho oro. Y así lo deseo para ti, ¡oh capitán Moin!»

Al oir este discurso, comprendí el plan maravilloso que había combinado ella para vengarse del kadi. Y admiré su espíritu ingenioso, su astucia y su inteligencia. Y me consideré redimido de trabajar en lo sucesivo, y permanecí asombrado y como