Ir al contenido

Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/34

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
32
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE
Historia contada por el segundo capitán de policía


«Has de saber ¡oh mi señor sultán! que, antes de aceptarme por esposo, la hija de mi tío (¡Alah la tenga en Su misericordia!) me dijo: «¡Oh hijo del tío! Si Alah quiere, nos casaremos; pero no podré tomarte por esposo mientras no aceptes de antemano mis condiciones, que son tres, ¡ni una más, ni una menos!» Y contesté: «¡No hay inconveniente! Pero ¿cuáles son?» Ella me dijo: «¡No tomarás nunca haschich, no comerás sandía y no te sentarás nunca en una silla!» Y contesté: «Por tu vida, ¡oh hija del tío! duras son esas condiciones. Pero, tales como son, las acepto de corazón sincero, aunque no comprendo el motivo á que obedecen.» Ella me dijo: «Pues son así. ¡Y pueden tomarse ó dejarse!» Y dije: «¡Las tomo, y de todo corazón amistoso!»

Y se celebró nuestro matrimonio, y se realizó la cosa, y todo pasó como debía pasar. Y vivimos juntos varios años en perfecta unión y tranquilidad.

Pero llegó un día en que mi espíritu anheló saber el motivo de las tres famosas condiciones relativas al haschich, á las sandias y á la silla; y me decía yo: «¿Pero qué interés puede tener la hija de tu tío en prohibirte esas tres cosas cuyo uso en nada puede lesionarla? ¡Ciertamente, en todo esto debe