Pero, aparte de todos estos motivos, la causa más probable del fin de los Barmakidas es la que nos exponen los cronistas Ibn-Khillikán é Ibn El- Athir. Dicen:
Era en los tiempos en que Giafar, hijo de Yahia el Barmakida, estaba tan apegado al corazón del Emir de los Creyentes, que el califa había hecho confeccionar aquel manto doble, en el que se en- volvía con Giafar como si ambos no fuesen mas que un solo hombre. Y tan grande era aquella inti- midad, que el califa ya no podía separarse de su favorito, y sin cesar queria verle junto á él.
Pero Al-Rachid también quería de una manera extraordinaria á su propia hermana Abbassah, jo- ven princesa adornada de todos los dones, la mujer más notable de su época. Y entre todas las mujeres de su familia y de su harén, era ella la más cara al corazón de Al-Rachid, que no podía vivir sino junto á ella, como si fuese un Giafar mujer. Y estas dos amistades hacian su dicha; pero las necesitaba reunidas, gozando de ellas simultáneamente; por- que la ausencia de una destruia el encanto que ex- perimentara con la otra. Y si Giafar ó Abbassah no estaba con él, no tenía mas que una alegría incom- pleta, y sufría. Por eso necesitaba á la vez á sus dos amigos. Pero nuestras leyes santas prohiben al hombre, cuando no es pariente cercano, mirar á la mujer de quien no es marido; y prohiben á la mu- jer que deje ver su rostro á un hombre que le sea extraño. Quebrantar estas prescripciones es un