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ANTÍGONA

a los eriemigos y honren al amigo lo mismo que a su padre. Quien cria hijos que no le reporten ningún provecho, que podrás decir de él sino que engendro molestias para si y risa abundante para sus enemigos? Nanca jamás, toh hijo!, te rinda el placer de manera que abdiques de tu razón por culpa de una mujer, 6%. biendo que frio resulta el abrazo cuando tienes en casa por esposa a una mujer mala. ¿Pues que plaga puede resultar mayor que una mala compañera? Despreciándola, pues, como a una perversa, deja, que esa muchacha se case con otro en el infierno. Porque cuando & ella cogl yo públicamente, a ella sola entre todos los ciudadanos, desobedeciendo mis órdenes, no be de que. dar como un farsante ante la ciudad, sino que la mataré, aunque implore a Júpiter, protector de la familia; porque si a los deudos, por el parentesco, les he de tolerar sus rebeldias, con mayor razón a los que no sean de la familia; porque el hombre que sea cuidadoso en los asuntos domésticos, será también justo en los asuntos de la ciudad, pero quien atropellándolo todo, o quebranta las leyes o piensa mandar de los que gobieraan, ése no es posible que obtenga mi alabanza; porque a quien la ciudad coloca en el trono, a eso hay que obe-. decer en las cosas pequeñas, en las justas y en las que no sean ni pequeñas ni justas. Y un hombre tal no puedo dudar yo que es el que gobierna bien y quiere ser bien gobernado; óse, on el tumulto de la batalla, permane. ceri firme en su lugar, como fiel y valiente defensor. No hay mayor mal que la anarquia: ella arruïna las ciudades, ella introduce la discordia en las familias, ella rompe y pone en fuga al ejército del aliado; pero la obediencia salva las más veces la vida de los que complen con su deber. Así hay que defender el orden y la disciplina, y no dejarse nunca dominar por ung