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Plutarco.—Las vidas paralelas.

Siendo tan difícil y oscura esta vision, Astufilo Posidionate, que era adivino y muy conocido de Cimon, dijo que aquello significaba su muerte, explicándolo de esta manera: el perro es el enemigo de aquél á quien ladra, y de un enemigo nunca se hace uno mejor amigo que á la muerte: y la mezcla de la voz designa un enemigo medo, porque el ejército de los Medos se compone de Griegos y bárbaros. Despues de este ensueño, estando él mismo sacrificando á Baco, dividió el sacerdote la victima, y la sangre ya cuajada la fueron llevando poco a poco unas hormigas, y poniéndola pegada en el dedo grande del pié de Cimon, sin que esto se advirtiese por algun tiempo; pero cabalmente al mismo echarlo de ver, vino el sacerdote mostrándole el hígado sin cabeza. Mas con todo, no pudiendo desentenderse de la expedicion, siguió adelante, y enviando sesenta naves al Egipto, navegó con todas las demas; y venciendo la armada del Rey, compuesta de naves de la Cilicia y la Fenicia, ganó todas las ciudades de Chipre, amagando á las de Egipto, siendo su ánimo nada ménos que de destruir todo el imperio del Rey: mayormente despues de haber entendido que era grande el poder y autoridad de Temistocles entre los bárbaros, y que habia ofrecido al Rey, al mover guerra á los Griegos, que él íria de general. Pero se dice que Temistocles, como desconflase de poder salir bien en las cosas de los Griegos y más todavía de superar la dicha y esfuerzo y destreza de Cimon, se quitó á sí mismo la vida. Preparados así por Cimon los principios de grandes combates y manteniéndose con su escuadra á la inmediacion de Chipre, envió mensajeros al templo de Amon á inquirir del Dios cierto oráculo oscuro: pues nadie sabe determinadamente á qué fueron enviados. Ni tampoco el Dios les dió oráculo alguno, sino que al tiempo mismo de acercarse mandó que regresaran los de la consulta, porque él tenía ya consigo á Cimon.

Oyendo esto los mensajeros, bajaron al mar, y cuando lle-