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Plutarco.—Las vidas paralelas.

$22 y despues fuera de la plaza PLUTARCO. LAS VIDAS PARALELAS.

En seco muere con trabada lengua; sino que siendo todavía jóven, habia adquirido ya, atraido de su belleza, aquella educacion esmerada que se llama liberal. De anciano enteramente dedicó su ánimo, fatigado de tantas contiendas, al ejercicio y recreo de la filosofia, entregado á la investigacion de la verdad, por haber dado de mano en oportuno tiempo á la ambicion, á causa de su desavenencia con Pompeyo. Acerca de su aficion á las letras se refiere, además de lo dicho, que siendo todavia mozo, con ocasion de cierta disputa que tuvo con el jurisconsulto Hortensio y el historiador Sisena, la que vino á hacerse un poco séria, se comprometió á escribir la guerra Marsica en verso ó en prosa, en griego ó en latin, segun lo declarase la suerte; y parece que ésta determinó que fuera en prosa griega, pues que dura aún hoy una historia de la guerra Marsica escrita en esta lengua. Son muchas las pruebas que hay del amor que tenía á su hermano Marco; pero los Romanos conservan sobre todo la memoria de la primera; y es que con ser él de más edad entre los dos, no quiso tomar parte sólo en el gobierno, sino que esperó á que éste se hallara ya en sazon, y entonces ganó de tal manera la aficion del pueblo, que juntos fueron nombrados ediles, sin embargo de que él se hallaba ausente.

Era todavía jóven al tiempo de la guerra Marsica, y dió ya en ella muchos ejemplos de valor y de prudencia; pero las calidades que Sila apreciaba más en él, eran su entereza y afabilidad: así le empleó desde el principio en los negocios que pedian grande diligencia, de los que fué uno el cuidado de la moneda. Por tanto, él fué quien en la guerra Mitridática acuñó la mayor parte; la cual de su nombre se llamó Luculeya, y por mucho tiempo se em-