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Plutarco.—Las vidas paralelas.

trario de como pensó más adelante Leon Bizantino, que dijo á los suyos: «Más quiero morir de vuestra mano, que con vosotros.» En cuanto al punto y país adonde trasladarian el campamento, dijo que ya deliberarian con más sosięgo. Dicho esto, Demóslenes, como le habia salido tan mal su primer dictámen, no insistió más en el que propor nia; y los otros colegas, pareciéndoles que Nicias por esperar y confiar en los de adentro resistia el embarque con tanto teson, convinieron al fin en su parecer. Mas como hubiesen recibido los Siracusanos otros refuerzos, y se encrueleciese la enfermedad en los Alenienses, entonces.

áun Nicias condescendió en la retirada, y dió órden á los soldados de que estuvieran prontos para embarcarse.

. Cuando todo estaba á punto, sin que ninguno de los enemigos lo observase, como que tampoco to esperaban, en aquella misma noche se eclipsó la luna; cosa de gran terror para Nicias, y para todos aquellos que por ignorancia y supersticion se asustan con tales acontecimientos: por—que en cuanto á oscurecerse el sol hácia el dia trigésimo, ya casi todos saben que aquel oscurecimiento lo causa la luna; pero en cuanto á ésta, que es lo que se le opone, ycomo hallándose en su lleno de repente pierde su luz y.cambia diferentes colores, esto no era fácil de comprender, sino que lo tenian por cosa muy extraordinaria y por, apuncio que hacía la Diosa de grandes calamidades: puosel primero que con más seguridad y confianza había puesto por escrito sus ideas acerca del creciente y menguante de la luna habia sido Anaxágoras; y éste no era antiguo, ni su escrito tenía celebridad; sino que no se habia divulgado, y solo corria entre pocos con reserva y cautela. Porquetodavía no eran bien recibidos los fisicos y los llamados especuladores de los meteoros, achacándoseles que las cosas divinas las atribuían á causas destituidas de razon, ápotencias incomprensibles, y á fuerzas que no pueden resistirse; así es que Protágoras fué desterrado; Anaxágoras.

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