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AGESILAO.

mayor importancia, á causa de que habiendo creado por al aquella caballería, con ella sola habia derrotado á los que más pagados estaban de sobresalir en esta arma.

Alcanzóle allí el eforo Difridas, que le traia la orden de invadir inmediatamente la Beocia; y aunque tenía determinado ejecutar despues esta mismo más bien preparado, no creyó que debia apartarse en nada de lo que las autoridades le prescribian; sino que vuelto á sus gentes, les dijo estar cerca el dia por el que habian venido del Asia, y envió á pedir dos cohortes de las tropas que militaban en las inmediaciones de Corinto. Los Lacedemonios que permanecian en la ciudad, para darle pruebas de su aprecio pregonaron que de los jóvenes se alistaran los que quisiesen ir en auxilio del Rey; y habiéndose alistado todos con la mayor prontitud, las autoridades escogieron cincuenta de los más valientes y robustos, y se los mandaron. Púsose Agesilao al otro lado de las Termópilas, y pasando por la Focide, que era amiga, luego que entró en la Beocia y sentó sus reales junto á Queronea, al mismo tiempo ocurrió un eclipse de sol, presentándose á sus ojos parecido á la luna, y recibió la noticia de haber muerto Pisandro, vencido en un combate naval junto á Gnido por Farnabazo y por Conon. Apesadumbróse con estos sucesos como era natural, tanto á causa del cuñado, como de la república; mas con todo, para que á los soldados en la marcha no les sobrecogiese el desaliento y el terror, encargó á los que habian venido de parte del mar que dijesen por el contrario haber vencido en el combate; y presentándose con corona en la cabeza, sacrificó á la buena nueva, y partió con sus amigos la carne de las víctimas.

Adelantóse á Queronea; y habiendo descubierto á los enemigos, y sido tambien de ellos visto, ordenó su batalla, dando á los Orcomenios el ala izquierda, y conduciendo él mismo el ala derecha. Los Tebanos tuvieron asimismo, por su parte, la derecha; y los Argivos la izquierda. Dice