Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo III (1879).pdf/447

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
449
POMPEYO.
49 ejército; pues en ella peleń Pompeyo con gran valor, hasta haberlos rechazado á todos, con muerte de unos dos mil; y no los forzó entrando con los Cesarianos en el campamento, ó porque no pudo, ó mejor porque le detuvo el miedo. Así es que se refiere haber dicho César á sus amigos: «lloy la victoria era de los enemigos, si hubieran tenido vencedor.» Engreidos con este suceso los del partido de Pompeyo, querian se diese pronto una batalla decisiva; pero Pompeyo, aunque á los reyes y á los caudillos que no se hallaban allí les escribia en tono de vencedor, temia el éxito de una batalla, esperando del tiempo y de la escasez y carestia triunfar de unos enemigos invictos en las armas, y acostun.brados largo tiempo á vencer en union, pero desalentados ya por la vejez para toda otra fatiga militar, como las marchas, las mudanzas de campamento, y la formacion de trincheras, que era por lo que no pensaban más que en acometer y venir á las manos cuanto antes. Y Pompeyo hasta aquel punto habia podido con la persuasion contener á los suyos; pero cuando César, despues de la batalla referida, estrechado de la carestia, tuvo que marchar por el país de los Atamanes á la Tesalia, ya aquellos ánimos no estaban tan moderados, sino que gritando todos que César buia, unos proponian que se marchara en pos de ét y se le persiguiera, y otros que se diera la vuelta á Italia, y aun algunos enviaban á Roma sus domésticos y sus amigos á que les tomaran casa cerca de la plaza, como que ya iban á pedir las magistraturas. Muchos se apresuraron á hacer viaje á Lesbos, para pedir albricias á Cornelia de que estaba concluida la guerra: porque Pompeyo, para tenerla en mayor seguridad, la habia enviado allá. Reunióse, pues, el Senado, y Afranio fué de opinion de que se ocupara la Italia, porque además de ser ella el premio principal de aquella guerra, á los que la dominaran se arrimarian al punto la Sicilia, la Cerdeña, la Córcega, la España y toda TOMO III.

29