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COMPARACION DE LISANDRO Y SILA.


Pues que hemos referido la vida de éste, pasemos al juicio comparativo. El haberse debido á sí mismos sus adelantamientos, desde el principio hasta llegar á la mayor grandeza, fué comun á ambos; de Lisandro fué propio haber recibido cuantos mandos tuvo de la espontánea voluntad de sus ciudadanos, estando bien constituida la república, sin haberlos violentado en nada ni haber tenido poder fuera de la ley. Pero En las revueltas suele al más perverso Caber más parte del injusto mando:

como en Roma entonces, que viciado el pueblo y estragado el gobierno, se levantaban poderosos por diferentes medios y caminos; y nada tenía de extraño que Sila domi nase, cuando los Glauquias y los Saturninos arrojaban de la ciudad á los Metelos; cuando los hijos de los cónsules eran asesinados en las juntas públicas; cuando se apoderaban de las armas los que al precio del oro y de la plata compraban los soldados; y cuando con el hierro y el fuego se dictaban las leyes, acabando con los que contradecian.

No me quejo, pues, de que hubiese quien en tal estado procurase arrebatar el supremo poder; pero tampoco pongo