Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo II (1879).pdf/164

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
166
Plutarco.—Las vidas paralelas.

por tarea y por honroso y humano recreo el visitar la Grecia; porque recorriendo y tomando bajo su amparo los pueblos, confirmó su gobierno, y les hizo donativos, á anos de granos y á otros de aceite; pues se cuenta haber sido tan grande el repuesto que se encontró, que ánles fallő á quien darlo y quien lo pidiese, que agotarse lo que se tenia prevenido. Habiendo visto en Delfos un gran pedestal construido de piedras blancas, sobre el que habia de colocarse una estatua de oro de Perseo, mandó que en vez de aquella se pusiese la suya, pues era razon que los vencidos cediesen su puesto á los vencedores; y en Olimpia se refiere que profirió aquel dicho tan celebrado: que Fidias habia esculpido el Júpiter de Homero. Llegáronle de Roma diez mensajeros, y restituyó á los Macedonios su tierra y sus ciudades libres é independientes, mas con el tributo a favor de Roma de cien talentos, ménos que la mitad de aquello con que contribuian á los reyes; ordenó espectáculos y juegos de todas especies, y sacrificios á los Dioses, y dió cenas y banquetes, gastando con profusion de la despensa real; pero en el orden y aparato, en las salutaciones y demas cumplidos, en la distribucion del lugar y honor que á cada uno le era debido, manifestó un conocimiento tan diligente y cuidadoso, que se maravillaron los Griegos de que para tales desahogos no le faltase atencion, sino que con ejecutar tan grandes hazañas áun las cosas pequeñas las pusiese lan en su punto. Estaba tambien muy complacido por advertir que entre tanta prevencion y tanto brillo él era el más dulce recreo y espectáculo para los que con él asistian. A los que mostraban maravillarse de su desvelo respondía que á un mismo ingenio pertenecia disponer bien un ejército y un banquete:

aquél para hacerle el más terrible á los enemigos, y éste el más grato á los convidados. Ni era ménos celebrada de todos su liberalidad y grandeza de ánimo, pues con haber encontrado amontonado mucho oro y mucha plata en los te-