Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo II (1879).pdf/174

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
176
Plutarco.—Las vidas paralelas.

rable en Emilio fué que con ser muy venerado y honrado del pueblo, se mantuvo siempre, sin embargo, en el partido aristocrático, no diciendo ni haciendo nunca nada por complacer á la muchedumbre, sino uniéndose siempre en las cosas de gobierno con los más distinguidos y principales de la república, que fué con lo que más adelante reconvino Apio á Escipion Africano. Porque siendo ambos entonces de los más principales en la ciudad, pidieron á un tiempo la dignidad censoria: aquél, teniendo de su parte al Senado y á los más principales, manejo que en los Apios era bereditario; y éste, aunque grande de por sí, favorecido siempre con el celo y amor de la muchedumbre. Pues como al entrar en la plaza Escipion, le viese Apio llevar á su lado á hombres ruines y de condicion servil, placeros y propios para concitar la muchedumbre y violentarle todo con atropellamiento y griteria, alzando la voz: «Oh Paulo Emilio, le dijo, suspira debajo de tierra, Begando á entender que promueven á la censura á tu hijo Emilio el pregonero y Licinio Filoneico.» Así Escipion, favoreciendo al pueblo, se ganó su benevolencia; y Emilio, con ser del partido aristocrático, no fué por esto ménos amado de la muchedumbre que el que pudiera parecer más demagogo y más dedicado á lisonjear al pueblo. Vióse esto en que le tuviesen por digno de otros cargos, y del de la misma censura, que es el més sagrado de todos y el de mayor autoridad para otras cosas y para el exámen del modo de vivir de cada uno. Porque tienen los censores facultad para excluir del Senado al que vive desarregladamente; para nombrar al de mayor probidad, y para castigar á los jóvenes con privar de la dignidad ecuestre al que es disipador. Tócales tambien el investigar la hacienda de cada uno, y' oelebrar el lustro; y en su tiempo se halló ser el censo de Roma trescientos treinta y siete mil cuatrocientos y cincuenta y dos hombres. Dió asimismo el primer lugar en el Senado á Marco Emilio Lépido, que ya cuatro veces habia