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Plutarco.—Las vidas paralelas.

coro Arístides; y Arquestrato fué el que ensayó el coro.» Pero éste, que parece el más fuerte, es sumamente débil:

porque tambien Epaminondas, que nadie ignora haberse criado y haber vivido en suma probreza, y Platon el Filósofo, dieron unos coros que merecieron aprecio, el uno de flautistas, y el otro de jóvenes llamados ciclios, suministrando á éste para el gasto Dion de Siracusa, y á Epaminondas Pelopidas: no estando los hombres de bien reñidos en implacable é irreconciliable guerra con las dádivas de los amigos; sino que teniendo por indecorosas y bajas las que se reciben por avaricia, no desechan aquellas que no se toman por lucro, sino para cosas de honor y lucimiento: y Panecio manifesta que en cuanto al tripode se dejó engañar Demetrio de la semejanza de los nombres. Porque desde la guerra pérsica hasta el fin de la del Peloponoso sólo se halla haber vencido con coro dos Aristides, de los cuales ninguno era este hijo de Lisimaco, sino que el padre del uno fué Genófllo, y el otro fué mucho más moderno: como lo convencen el modo de la escritura, que es de tiempo posterior á Euclides, y el hablarse de Arquestrato, de quien en el tiempo de la guerra pérsica ninguno dice que fuese maestro de coros, cuando en el tiempo de la del Peloponeso son muchos los que lo atestiguan; mas esto de Panecio necesita de mayor exámen. Por lo que hace al ostracismo, incurria en él todo el que parecia sobresalir entre los demas por su fama, por su linaje d por su facundia en el decir: así es que Damon, maestro de Pericles, sufrió el ostracismo por parecer que era aventajado en prudencia; é Idomeneo dice que Arístides fué Arconte, no por suerte, sino por eleccion de los Atenienses; y si fué llamado al mando despues de la batalla de Platea, como el mismo Demetrio dice, es muy probable que en tanta gloria, y despues de tales hazañas, se le contemplase por su virtud digno de aquella autoridad, que otros alcanzaban por sus riquezas. De otra parte, es bien sabido que