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ARÍSTIDES.

Demetrio no sólo en cuanto á Arístides, sino tambien en cuanto á Sócrates, tomó el empeño de eximirle de la po breza como de un gran mal; porque dice que este no sólo tenía una casa, sino setenta minas puestas á logro en casa de Criton.

Arístides trabó amistad con Chistenes, el que restableció el gobierno despues de la expulsion de los tiranos; y mirando especialmente con emulacion y asombro entre todos los dados á la política á Licurgo, legislador de los Lacedemonios, se inclinó al gobierno aristocrático; pero tuvo por rival para con el pueblo á Temistocies el de Neocles. Algunos refieren que siendo ambos muchachos, y educados juntos desde el principio, siempre disintieron el uno del otro, tanto en las cosas de algun cuidado, como en las de recreo y diversion, y que al punto se manifestaron sus caracteres por esta especie de contrariedad; siendo el del uno blando, manejable y versátil, prestándose á todo con facilidad y prontitud; y el del otro firme en un propósito, inflexible en cuanto á lo justo, y enemigo de la mentira, de las chanzas y del engaño, áun en las cosas de juego.

Ariston de Quio dice que la enemistad de ambos dimanó de ciertos amores, hasta llegar al último punto: porque enamorados de Estesilio, natural de Quio, sumamente gracioso en la forma y figura de su cuerpo, llevaron tan mal la competencia, que áun despues de marchitada la hermosura de aquel jóven no cesaron en su oposicion; sino que como si se hubieran ensayado en aquel objeto, con el mis mo afecto pasaron al gobierno, acalorados y encontrados el uno con el otro. Y Temistocles, dándose á cultivar amisLades, alcanzó un influjo y poder de ningun modo despreciable; así es que á uno que le propuso que el modo de gobernar bien á los Atenienses seria el que se mostrase igual é imparcial á todos: «No querria, le respondió, sentarme en una silla, en la que no alcanzaran más de mi los amigos que los extraños;» mas Arístides, manteniéndose