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Alcibiades.

con Astuoco de haberle descubierto, y le avisase de que tenía resuelto hacerle entrega de las naves y del ejército de los Atenienses. Con todo, no trajo daño á éstos la traicion de Frinico por otra traicion de Astuoco, que tambien anunció á Alcibiades esta nuevalpropuesta de Frínico. Volvió éste en sí, y temiendo segunda acusacion de Alcibiades, se anticipó á prevenir á los Atenienses que los enemigos iban á sobrecogerlos, exhortándolos á estarse quietosen las naves y atrincherar el ejército. Cuando ya esto se habia puesto en ejecucion, aunque vinieron otra vez cartas de Alcibiades advirtiéndoles que se guardaran de Frinico,que iba á entregar á los enemigos la armada, no les dieron crédito, imaginándose que Alcibiades, que estaba bien informado de los preparativos é intentos de los enemigos, abusaba de estas noticias para calumniar á Frinico falsamente. Pero más adelante, habiendo uno de los de la guardia de Hermon dado de puñaladas á Frinico en la plaza y quitádole la vida, formada causa, condenaron los Atenienses á Frinico por traidor despues de muerto, y decretaron coronar á Hermon y los de su guardia.

Dominando entonces en Samos los amigos de Alcibiades, enviaron á Pisandro á la ciudad para mudar el gobierno y alenter á los principales á ponerse al frente de los negocios, y disolver la democracia, pues con estas condiciones les ganaria Alcibiades á Tisafernes por amigo y aliado: á lo ménos este fué el pretexto y la apariencia de los que establecian la oligarquia. Mas despues que tomaron consistencia y se apoderaron del mando los llamados cinco mil, aunque no eran más de cuatrocientos, ya no se curaban gran cosa de Alcibiades, y hacían muy remisamente la guerra; parte por desconfianza que tenian de que aguantaran los ciudadanos aquellas novedades, y parte porque imaginaban que cederian los Lacedemonios, inclinados siempre y afectos á la oligarquía; y la plebe en la ciudad se estuvo, aunque de mala gana, sosegada por entonces, TOMO II.

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