Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo II (1879).pdf/319

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
321
MARCO CATON.

que temian á los que mandarian bien. Y el pueblo romano era entonces tan grande y lan digno de grandes magistrados, que no temió la severidad y aspereza de Caton; sino que más bien, descartándose de aquellos hombres suaves y dispuestos á complacerle en todo, lo eligió con Valerio Flaco, como si hubiese oido, no á uno que pedia la dignidad, sino á quien ya la tenía, y estaba mandando.

Incorporó, pues, Calon en el Senado á su colega y amigo Lucio Valerio Flaco; y removió de él á muchos, entre ellos á Lucio Quincio, cónsul que habia sido siete años antes; y lo que era de mucha consideracion, despues del honor consular, hermano de Tito Flaminio, el que venció á Filipo.

Y la causa que tuvo para esta remocion fué la siguiente:

habia puesto su amor Lucio en un mocito desde que éste era niño; y teniéndole desde entonces siempre consigo, le dió en sus diferentes mandos tanta privanza y autoridad, cuanta no alcanzó nunca ninguno de sus mayores amigos y deudos. Hallábase en una provincia de procónsul, y estando en un festin sentado á su lado, como era de costumbre, este mocito, entre otros balagos que prodigó á Lucio, fácil de ser seducido con ellos en el exceso del vino, le dijo ser tal el extremo con que le amaba, que habiendo en su casa el espectáculo de un duelo de gladiatores, á que nunca antes asistiera, habia preferido correr á su compañia; sin embargo de que deseaba ver á un hombre caer muerto de heridas: replicóle Lucio, correspondiendo á sus caricias: «Pues por eso no te me angusties, que yo lo remediaré;» y dando orden de que trajesen al mismo banquete á uno de los que estaban condenados á pena capital, y de que entrase uno de los esclavos armado con una bacha, volvió a pregualar al jóven si queria ver cómo le daban el golpe; respondió éste que sí; y entonces mando que le cortasen la cabeza. Son muchos los que refieren este caso, y Ciceron introduce al mismo Caton contándole en su diáTOMO II.

21