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FILOPEMEN.

que no entendian de ella, como que no servian para nada.

Tenta treinta años cuando Cleomedes, rey de los Lacedemonios, cayendo repentinamente de noche sobre Megalópolis, y atropellando las guardias, se introdujo en ella y ocupó la plaza. Acudió pronto á su defensa Filopemen, y no pudo rechazar á los enemigos, aunque peleó con extraordinario valor y arrojo; pero en alguna manera dió puerta franca á los ciudadanos, combatiendo con los que los perseguian, y trayendo á sí á Cleomenes, en términos que con gran dificultad pudo retirarse el último, perdiendo el caballo, y saliendo herido de la refriega. Enviólos despues á llamar Cleomenes de Mesena adonde se habian relirado, ofreciendo restituirles la ciudad y sus términos: proposicion que los ciudadanos admitian con gran contento, apresurándose á volver; pero Filopemen se opuso, y los detuvo con sus persuasiones, haciéndoles ver que no les restituia la ciudad Cleomenes, sino que lo que queria era hacerse tambien dueño de los ciudadanos, por ser este ci modo de tener más segura la poblacion; pues no habia venido á estarse allí de asiento guardando las casas y los muros vacíos; por tanto, que tendria que abandonarlos si permaneciesen desiertos. Con este discurso retrajo á los ciudadanos de su propósito; pero á Cleomenes le dió pretexto para destrozar y arruinar mucha parte de la ciudad, y para retirarse con muy ricos despojos.

Cuando el rey Antigono, en auxilio de los Aqueos, partió contra Cleomenes, y habiendo tomado las alturas y gargantas inmedialas á Selasia, ordenó sus tropas con ánimo de tomar la ofensiva y acometer, estaba formado Filopemen con sus ciudadanos entre la caballería, teniendo en su defensa á los Ilirios, gente aguerrida y en bastante número, que protegian los extremos de la batalla. Hablaseles dado la órden de que permanecieran sin moverse hasta que desde la cira ala hiciera el Rey que se levantara un paño de púrpura puesto sobre una lanza. Intentaron los jefes