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Alcibiades.

cogiendo muchos vestidos y otras ropas los echó en el fuego, y rodeándose á la mano izquierda su manto, con la diestra desenvainó la espada, y pasando con la mayor intrepidez por encima del fuego ántes que se hubiesen encendido las ropas, con sólo presentarse dispersó á los bárbaros, porque ninguno de ellos tuvo valor para aguardarle ni lidiar con él, sino que desde lejos le lanzaban saetas y dardos. Traspasado de ellos cayó finalmente muerto; y despues que los bárbaros se marcharon, Timandra recogió el cadáver, y envolviéndole en las ropas de ella, le hizo el funeral y honrosas exequias que las circunstancias permitian. Dícese que fué hija de ésta la célebre Lais, llamada Corintia, tomada cautiva en Hicaros, aldea de la Sicilia. Otros escritores hay que refieren de diferente modo el acontecimiento de la muerte de Alcibiades, diciendo que no tuvieron la culpa de ella ni Farnabazo, ni Lisandro, ni los Lacedemonios, sino que habiendo el mismo Alcibiades seducido una mozuela de una familia conocida suya, y reteniéndola consigo, los hermanos, que sentian vivamente esta afrenta, dieron por la noche fuego á la casa en que vivia Alcibíades, y le asaetearon, como se ha dicho, cuando salia por medio de las llamas.

TOMO II