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Plutarco.—Las vidas paralelas.

muy ligero motivo que se agregase, contrajo una pleuresía, segun refiere el filósofo Posidonio; quien dice que él mismo entró á verle cuando ya estaba enfermo y que le habló sobre los objetos de su embajada. Pero el historiador Cayo Pison refiere que, paseándose Mario con sus amigos despues de comer, movió la conversacion de sus sucesos, tomándola de lejos, y despues de haber referido las muchas mudanzas de su suerte, habia concluido con que no era de hombre de juicio en volver otra vez á ponerse en manos de la fortuna; y que en seguida, saludando a los que allí se hallaban, se habia puesto en cama, y manteniéndose en ella siete dias seguidos, habia muerto. Algonos dicen que en la enfermedad se manifestó del todo so ambicion, por el delirio extraño que tuvo. Figurábasele que se hallaba de general en la guerra de Mitrídates, y tomaba todas las posturas y movimientos del cuerpo que son de costumbre en los combates, dando los mismos gritos y las mismas exhortaciones á los soldados: ¡tan fuerte y fijo era en él el amor á este ejercicio, por la emulacion y por el deseo de mandar! Por esta causa, con haber vivido setenta años y haber sido el primero de todos que fué siete veces nombrado cónsul, poseyendo casa y hacienda bastante para muchos reyes, áun se lamentaba de su fortuna, como que moria antes de sazon sin haber satisfecho sus deseos.

Platon, estando ya próximo á morir, se muestra agradecido á su buen genio y á la fortuna de haberle hecho hombre y además Griego y no bárbaro ni animal por naturaleza privado de razon; y finalmente de haber concurrido su nacimiento con el tiempo de Sócrates. Dícese igualmente que Antipatro de Tarso, estando asimismo para morir, hizo la enumeracion de los buenos sucesos que le habian cabido en suerte, y no dejó de poner en la cuenta el haber tenido una navegacion feliz desde su patria á Aténas, como hombre que reconocia á su buena fortuna todos los pre-