Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo IV (1880).pdf/287

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
289
AGIS Y CLEOMENES.

En consecuencia de esto, los Eforos dieron principio por enviar á Cleomenes á que tomara el templo y castillo de Minerva llamado Belbina, punto que viene á ser la entrada de la region Lacónica, y que era entonces objeto de disputa con los Megalopolitanos. Tomólo Cleomenes, y lo fortificó; acerca de lo cual ninguna queja dió Arato, sino que moviendo por la noche con su ejército entró en los términos de los Tegeatas y Orcamenios; mas habiendo mostrado miedo los traidores que le servian de guía, se retiró, creyendo que aquello quedaria oculto; pero Cleomenes, usando de ironía, le escribió preguntándole, como si fueran amigos, dónde habia ido de noche: respondióle que babiéndosele informado de que iba á fortificar á Belbina, bajaba á estorbárselo; y Cleomenes le envió de nuevo á decir que bien lo creia, pero si no tienes inconveniente, le añadió: dime; ¿para qué iban en pos de ti hachones y escalast» Echose Arato á reir con este chiste; y preguntando: «¿qué clase de jóven es este?» el Lacedemonio Democrates, que se hallaba desterrado, asi has de hacer alg:

contra los Lacedemonios, le respondió, el tiempo es este, ántes que le nazcan las presas á este polluelo.» En esto, hallándose Cleomenes en la Arcadia con pocos caballos y trescientos infantes, le dieron orden los Eforos de que se retirase, temiendo la guerra; pero no bien se había retirado cuando Arato tomó á Cafias; y entonces los Eforos volvieron á mandarle salir. Tomó á Meludrio, y corrió el país de Argos; con lo que los Aqueos movieron contra él con veinte mil infantes y mil caballos, mandados por Aristomaco. Salióles al encuentro Cleomenes junto á Palantio; y queriendo daries batalla, temió Arato aquel arrojo, y no permitió al general entrase en batalla, sino que se retiró, improperado de los Aqueos, y escarnecido y despreciado de los Lacedemonios, que no llegaban á cinco mil. Habiendo cobrado Cleomenes con esto grande aliento, tralaba de infundirle en sus ciudadanos, y les trajo á la memoria aquel 19 TOMO IV.