Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo IV (1880).pdf/408

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
410
Plutarco.—Las vidas paralelas.

que ni eran convenientes, ni la sazon oportuna. Be otra los tribunos de la plebe proponian leyes análogas y por el mismo término para crear decemviros con plena autoridad, haciéndolos árbitros en toda la Italia, toda la Siria, cuanto recientemente habia sido adquirido por Pompeyopara vender los terrenos públicos, juzgar libremente y sin sujecion, restituir los desterrados, fundar colonias, tomar caudales del tesoro público, y reclutar y mantener tropas en el número que necesitasen; por lo cual algunos de los principales ciudadanos se adherian á la ley, y el primero entre ellos Antonio, el colega de Ciceron, por esperar que habia de ser uno de los diez. Parecia además que sabedor de las novedades meditadas por Catilina, no le desagradaban por sus muchas doudas, que era lo que principalmente hacía temer á los amantes del bien; y esto fué lo primero que acudió á remediar Ciceron. Porque á aquél le decretaron en la distribucion de las provincias la Macedonia; y habiendo adjudicado á Ciceron la Galia, la renunció; y con este favor ganó á Antonio, para que conto actor asalariado hiciera el segundo papel en la salvacion de la patria.

Cuando ya éste quedó así sujeto y dócil, cobrando Ciceron mayores brios, se opuso de frente á los novadores; é impugnando, y en cierta manera acusando en el Senado la ley, de tal modo aterró á los que querian hacerla pasar, que no se atrevieron á contradecirle. Hicieron nueva tentativa, y como yendo prevenidos, citasen á los cónsules ante el pueblo, no por eso se acobardó Ciceron, sino que ordenó que le siguiese el Senado; y presentándose en la junta pública, además de conseguir que se desechara ka ley, hizo que los tribunos desistieran de otros planes. ¡Be tal modo los confundió con su discurso!

Porque Ciceron fué el que hizo ver á los Romanos cuánto es el placer que la elocuencia concilia á lo que es honesto; que lo justo es invencible, si se sabe decir; y que el que gobierna con celo, on las obras debe siempre preferir lo 1