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COMPARACION DE DEMOSTENES Y CICERON.


Acerca de Demóstenes y Ciceron, lo que dejamos escrito es cuanto ha llegado á nuestro conocimiento que sea digno de memoria, y aunque no es nuestro ánimo entrar en la comparacion de la facultad de decir del uno y del otro, nos parece no debe pasarse en silencio que Demóstenes, cuanto talento tuvo, recibido de la naturaleza y acrecentado con el ejercicio, todo lo empleó en la oratoria; llegando á exceder en energía y vehemencia á todos los que compitieron con él en la tribuna y en el foro; en gravedad y decoro á los que cultivaron el género demostrativo, y en diligencia y arte á todos los sofistas. Mas Ciceron, hombre muy instruido, y que á fuerza de estudio sobresalió en toda clase de estilos, no sólo nos ha dejado muchos tratados filosóficos al modo de la escuela Académica, sino que áun en las oraciones escritas para las causas y las contiendas del foro, se ve claro su deseo de ostentar erudicion. Pueden tambien deducirse las costumbres de uno y otro de sus mismas oraciones: porque Demóstenes, aspirando a la vehemencia y á la gravedad, fuera de toda brillantez y lejos de chistes, no olia al aceite, como le motejó Piteas, sino que de lo que daba indicio era de beber mucha agua, de poner sumo trabajo, y de austeridad y acrimonia en su conducta; y Ciceron, inclinado á ser gracioso TOMO IV.

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