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ALEJANDRO.

dad espirituosa, ó una humedad grasienta y no disipable, amontonándose y acumulando fuego en ellos, producen mudanza y destruccion en su materia. Ofrecia, pues, dificultad el concebir la formacion de la nafta: si es sólo un betun liquido que se considere como depositado allí, ó si es un humor encendido que mana de una tierra grasienta por sí, y como si dijésemos pirogena. Porque la de Babilonia es de suyo sumamente fogosa, tanto que muchas veces levanta y hace saltar las pajas que hay por el suelo, como si aquel lugar por demasiado ardor tuviera pulsos (1); de modo que los naturales en el tiempo del calor duermen sobre odres llenos de agua. Harpalo, que quedó por administrador del país, y que se propuso adornar las plazas de palacio y los paseos con árboles y plantas griegas, las demas hizo que se diesen en aquella region, y sólo no lo consiguió con la hiedra, que siempre se secó, por no poder llevar aquella temperatura, que es muy cálida, cuando ella es planta de terrenos frios. Esperamos que estas digresiones no incurrirán en la reprension, áun de los más delicados, siempre que guarden cierla medida.

Hecho dueño Alejandro de Susa, ocupó en el palacio cuarenta mil talentos en moneda acuñada, y en lo demas preciosidades y riquezas incalculables. Dícese que sólo en púrpura de Herminoe se encontraron cinco mil talentos, la cual, con estar allí guardada ciento noventa años habia, se conservaba fresca y brillante, como si acabara de ponerse; atribuyéndose esto á que el tinte del color purpúreo se daba con miel, y el color blanco con aceite blanco: porque se veian otros paños que teniendo el mismo tiempo conservaban todo su lustre y toda la viveza de colores. Refiere Dinon que los reyes de Persia hacian llevar hasta agua del Nilo y del Istro, y depositarla en el tesoro con las (1) Véase cómo observaron los antiguos este fenómeno de la electricidad, y sospecharon algo sobre la causa; pero nada más que sospechar.