Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo IV (1880).pdf/83

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
85
ALEJANDRO.

boato en sus invenciones; pues en una ocasion en que le habia hablado le dijo que de todos los montes el Atos de Tracia era el que recibiria mejor la disposicion y conformacion humana: por tanto, que si se lo mandase, le haria una estatua muy duradera y muy vistosa del monte Alos; la cual tendria en la mano izquierda una ciudad de diez mil vecinos, y con la derecha derramaria el perenne caudal de un río que desaguaba en el mar. Este proyecto lo desechó; pero en aquellos dias estuvo tratando y dísponiendo cosas todavía más absurdas y costosas que esta con los artistas.

Cuando se acercaba á Babilonia, Nearco, que habia vuelto al Eufrates por el gran mar, dijo que le habian hablado algunos Caldeos, instándole para que Alejandro no entrara en Babilonia; pero éste no hizo caso, sino que continuó su marcha, y cuando ya tocaba á las murallas, vió muchos cuervos que peleaban y se herian unos á otros; de los cuales algunos cayeron donde estaba. Hizosele en seguida denuncia contra Apolodoro, gobernador de Babilonia, de que habia hecho sacrificio acerca del mismo Alejandro; de resulta de lo cual envió á llamar al agorero Pitágoras; y como éste no negase el hecho, le preguntó sobre la disposicion de las víctimas. Dijole que al higado le faltaba el lóbulo, sobre lo que exclamó Alejandro: «¡Ay, ay! esta es terrible señal;» y con todo en nada ofendió á Pitágoras. Solamente se incomodó consigo mismo por no haber creido á Nearco; y de resultas pasó mucho tiempo, ó acampado fuera de Babilonia, ó navegando por el Eufrates. Agolpábansele en tanto los prodigios: porque al leon más grande y más hermoso de los que habia criado, uD asno doméstico le acometió y lo mató de una coz. Habiéndose desnudado para ungirse, se puso á jugar á la pelota; y los jóvenes que con él jugaban, al ir despues á tomar la ropa, vieron sentado en el trono sin decir palabra á un hombre adornado con la diadema y la estola régia. Pásosele en juicio y á cuestion de tormento para saber quién