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Plutarco.—Las vidas paralelas.

tuvo de nuevo calentura aquella noche. El 20 se bañó, é hizo tambien el acostumbrado sacrificio, y habiéndose acostado en la habitacion del baño, se dedicó á oir á Nearco la relacion que le hizo de su navegacion y del grande Océano. El 21 ejecutó lo mismo que el anterior, y babiéndose enardecido más, pasó mala noche, y al dia siguiente fué violenta la calenlura. Trasladósele á la gran pieza del nadadero, donde se puso en cama, y trató con los generales acerca del mando de los regimientos vacantes, para que los proveyeran, haciendo cuidadosa eleccion. El 24, habiéndose arreciado más la fiebre, hizo sacrificio, llevado al efecto al altar; y de los generales y caudillos mandó que los principales se quedaran en su cámara, y que los comandantes y capitanes durmieran á la parte de afuera. Llevósele al traspalacio, donde el 25 durmió algun rato; pero la fiebre no se remitió. Entraron los generales, y estuvo. aquel dia sin habla, y tambien el 26; de cuyas resultas les pareció á los Macedonios que habia muerto, y dirigiéndose al palacio grilaban y hacian amenazas á los más favorecidos de Alejandro, hasta que al fin les obligaron á abrirles las puertas; y abiertas que les fueron, llegaron de uno en uno en ropilla hasta la cama. En aquel mismo dia Piton y Seleuco, enviados á consultar á Serapis, le preguntaron si llevarian allí á Alejandro; y el Dios les respondió que lo dejaran donde estaba; y el 28 por la tarde murió.

Las más de estas cosas se hallan así escritas al pié de la letra en el diario; y de que se le hubiese envenenado nadie tuvo sospecha por lo pronto: diciéndose solamente que habiéndosele hecho una delacion á Olimpiada á los ocho años, dió muerte á muchos; y que aventó las cenizas de Iolas, entonces ya muerto, por haber sido el que le propinó el veneno. Los que dicen que Aristóteles fué quien aconsejó esta accion á Antipatro, y que tambien proporcionó el veneno, designan á un tal Agnolemis como divulgador de