Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo I (1879).pdf/318

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
302
PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

El triunfo que por estos sucesos se le decretó le concilió mayor gracia y esplendor que los dos precedentes, porque áun aquellos ciudadanos que le miraban mal, y se empeñaban en atribuir sus victorias, más bien á cierta dicha que le seguia, que no á su virtud, entónces se vieron precisados á reconocer que en la gloria de aquellas hazaias habian lenido mucba parte la actividad y pericia de tal general. El más distinguido entre los que le hacian tiro y le miraban con envidia, era aquel Mareo Mantio, que fué el primero á arrojar de la eminencia á los Celtas, cuando de noche intentaron asaltar el Capitolio, y que por esto tuvo el sobrenombre de Capitolino; porque aspirando á ser el primero entre los ciudadanos, y no pudiendo adelantarse en gloria á Camito por el mismo buen término, recurrió para abrirse camino á la tiranía, al medio comun y usado de ganarse la muchedumbre, y especialmente los oprimidos con deudas, auxiliando y defendiendo á unos contra los prestamistas, y haciendo libres á otros á fuerza abierta, hasta estorbar que se les reconviniese segun derecho; de tal manera que en breve tiempo tuvo á su disposicion un gran número de la gente perdida, que llegó á inspirar miedo á los buenos ciudadanos con su osadía y con sus alborotos y tropelías en las juntas públicas. Creóse dictador con motivo de estas revueltas Quinto Capitolino, y como babiendo puesto en prision á Manlio, la plebe bubiese mudado de vestiduras, demostracion de que se usaba en las grandes calamidades públicas, el Sonado se inlimidó, y mandó que se pusiera á Manlio en libertad. Has no por eso bizo luégo mejor uso de su soltura, sino que con más descaro adulaba á la muchedumbre y la movia á sedicion. Eligen en tal estado otra vez tribuno militar á Camilo; y al ventilarse las causas formadas á Manlio, una cierta vista fué de mucho perjuicio á sus acusadores; porque el lugar aquel del Capitolio de donde Manlio arrojó en el noclurno combale á los Cellas, se descubria desde la