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Plutarco.—Las vidas paralelas.

algun negocio, y al inclinarse éste para oirle le hirió y mató.

En este punto no hay disputa; en cuanto al linaje paterno, los que por muerte de César mostraron enemiga y encono contra Bruto, dicen que no sube al que expelió á los Tarquinios, porque no le quedó sucesion despues de haber dado muerte á los hijos, sino que éste era plebeyo descendiente de un mayordomo de Bruto, y que hacía poco habian aspirado á las magistraturas; pero el filósofo Posidonio dice que aunque fué cierto murieron los dos hijos de Bruto, quedó otro tercero todavía muy niño, de quien aquel linaje provenia; y que en algunos varones señalados de la misma familia á quienes habia conocido, se echaba de ver que su semblante tenía cierta semejanza con el que la estatua representa. Mas en este punto baste lo dicho.

De la madre de Bruto, Servilia, era bermano Caton el fildsofo, á quien sobre todos se propuso imitar Bruto, siendo su tio, y despues su suegro. De los filósofos griegos, para decir la verdad, ninguna secta le era nueva ó extraña, aunque más particularmente se habia dedicado á las de los discípulos de Platon; y no siendo muy adicto á la Academia llamada nueva ó media, estaba decidido por la antigua.

Miró siempre con admiracion á Anticco Escalonita, é hizo su amigo y comensal al hermano de éste, Ariston, varon inferior á muchos filósofos en la elocuencia y erudicion, pero en su probidad y modestia comparable á los primeros. Por lo que hace á Empilo, de quien él mismo y sus amigos hacen mencion en sus cartas, tratándole igualmente de su comensal, era orador y dejó una relacion pequeña, pero no despreciable, de la muerte de César, la que se intitulaba Bruto. Ejercitóse éste en latin lo bastante para las arengas y para las contiendas del foro, y en griego se descubre por algunas de sus cartas que se dedicó á imitar la concision sentenciosa de los Espartanos, como cuando escribió á los de Pérgamo, hallándose ya en la guerra: «Oigo que habeis dado dinero á Dolabela: si lo