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Galba.

y á los de afuera mil doscientas cincuenta, cantidad que no era posible juntar sin causar á todos los hombres seiscientas mil veces más males que los que Neron habia causado:

así es que esto al punto perdió á Neron, y de alli á muy poco al mismo Galba, porque al uno le desampararon con la esperanza de recibir, y al otro le quitan la vida porque no recibieron; y despues, buscando quien les diéra otro tanto, se consumieron en apostasias y traiciones antes de conseguir lo que esperaban. El referir individualmente y con puntualidad estos sucesos es propio de la exactitud de la historia; pero lo que ocurrió digno de saberse en los hechos y casos de cada uno de los Césares, ni áun á mí me sería permitido pasarlo en silencio.

Es cosa sabida que Sulpicio Galba era el más rico de todos, cuando de particular pasó á la casa de los Césares; y con ser asi que les daba grande opinion de nobleza el pertenecer á la casa de los Servios, él se preciaba principalmente de su parentesco con Cátulo, varon que en virtud y gloria tenía el primer lugar entre los de su edad, si en cuanto al poder cedia á los demas muy de su grado. Tenía asimismo Galba alguna relacion de parentesco con Livia, la mujer de César, y por esta razon del palacio salió cónsul á esfuerzos de la misma Livia. Dícese tambien que se condujo con acierto en el mando del ejército de Germania; y creado procónsul de Africa, fué uno de los pocos que merecieron elogios. La sencillez de su tenor de vida, y su parsimonia y moderacion en los gastos, dieron motivo á que hecho emperador se le tachara de pusilánime, ó cuando más á que se le atribuyera la gloria poco codiciada de arreglo y frugalidad. Fué por Neron enviado de gobernador á España, ántes que este principe hubiese tomado la maña de tener á los ciudadanos colocados en las grandes dignidades; y á Galba que por naturaleza era benigno, la vejez le añadia la opinion de ser provido y precavido.

Administraban los procuradores las provincias con cruel

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