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Galba.

pesquisa de los que se lo habian comprado ó adquirido en otra forma, y de ellos pretendia recobrarlo. No tenía esto fin y se extendía muy lejos, comprendiendo á una infinidad; y si semejante conducta perjudicaba á su gloria, la envidia y el odio recaian sobre Vinio, diciéndose de él que haciendo para los demas escaso y mezquino al Emperador, en tanto se aprovechaba sin término, ocupándolo y vendiéndolo todo. Porque máxima es de Hesiodoro (1):

Al principio y al fin de la tinaja La sed debe saciar el cosechero; mas Vinio, viendo á Galba delicado y viejo, se apresuraba á gozar de la fortuna que á un tiempo empezaba y concluia.

No se hacía justicia en várias maneras á este buen anciano, porque unas cosas desde luego eran mal administradas por Vinio, y las que aquél disponía bien por sí mismo, éste las torcia ó las estorbaba, como fué lo relativo á los castigos de los Neronianos, porque hizo quitar la vida á los malos, en cuyo número se contaron Elio, Policlito, Petino y Patrobio; y cuando los llevaban por la plaza al suplieio, el pueblo aplaudia y gritaba que aquella era una procesion bellísima y muy acepta á los Dioses, pero que los Dioses y los hombres estaban reclamando al maestro y ayo de la tiranía Tigelino, mas éste como diestro habia sabido ganarse sobre buenas prendas á Vinio. Despues sucedió que Turpiliano, aborrecido sólo porque no aborreció é bizo traicion al Emperador siendo cual era, sin que pudiese culpársele de ningun otro crimen, por aquello sólo perdió la vida; y el que había hecho á Neron digno de muerte, y siendo tal por él, le abandonó y le fué traidor, éste quedó para ser una convincente prueba de que con (1) Obras y dias, v. 389.