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VIDA Y FILOSOFIA DE LEIBNITZ

VIDA Y FILOSOFIA DE LEIBNITZ vendría luego como condición física de las ciencias de lo real. Las verdades contingentes serían una parte, un segmento de aquella otra esfera previa, universal, de las verdades lógicas, necesarias.

El optimismo.

En el regreso de las causas, el último término de la serie infinita es Dios. El principio de razón suficiente es, en el fondo, la voluntad y la bondad de Dios. De entre los posibles son reales los mejores, los más perfectos. La apetición de las mónadas, el esfuerzo hacia otra percepción, es un esfuerzo hacia mejor percepción, hacia percepción más distinta y clara. El bien es la ley de la realidad, como la no contradicción es la ley de la posibilidad. Podemos decir que el mundo, tal cual es, es metafísicamente necesario; su contradictorio implicaría un absurdo moral. Las cuestiones del mal, de la libertad, del determinismo, deben colocarse en el plano universal, en la relación de las substancias, en la armonía del universo. Desde este punto de vista resuélvense por sí mismas, cuando advertimos que la apreciación singular de un trozo o parte del universo, cae sin valor alguno, precisamente porque una apreciación recta requiere la consideración total. En esta consideración domina empero la ley del bien, que es la ley de lo real. Y podemos decir desde luego que este universo real existente, es, de todos los posibles, el W