nos que entendian en su conseruacion y assiento, siendo huecos estos, y los otros marmoles, y llenos delos dulces tuetanos aquellos sus vazios, y muy conformes con la Luna en sus creciétes y méguantes. Yua tābien por toda esta casa la fuente perenal dela sangre, acudiendo a todas las estancias della, táto, y con tan grande impetu, que si alguna vez no se mitigaua con sacarla, diuertiëdola de sus caños, bastaua para poner el edificio en mucha necessidad. A esta causa nombran a este arroyo, los q bien lo conocen, la silla del alma, de manera que tanta se puede diminuyr della, que no hallando el anima donde tenga su assiento, se saldra dela casa, por no estar en pie, entonces dara todo el edificio enel sue lo, tornando ala mesma tierra de que fue fabricado. Si quisiessemos especular particularmente las gracias, y gracia, de que sue dotado el real palacio deste cauallero, no las debuxariamos en todo el compendio que pintamos. Baste que sepays, que fueron tantas y tales, quantas y quales le quiso dar el maestro que lo hizo para el sin, y el para q, que lo crio. Táto que podemos dezir, que fue esta obra para conella alabar a Dios. Este diuino artifice la hizo, mediate su querer, poder, y saber: este la ador no, la fabrico, y la compuso: que no Merlin, Vrgan da, y Malgesi, ni el sabio Atalante delas seluas de Ardeña. Pues auemos hablado enla creacion deste cauallero, cuple que digamos la nobleza del lugar donde fue aposentado, el qual se nombraua el Parayso Terrenal. Esta vna silua muy grande, muv arbolada, y espaciosa, adornada de todas las plantas, yeruas, y frutales q se podian pensar. Tenia sus
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