mexillas la hermosura desu rostro, tanto que aunque muy triste y descontenta parecia, pero siendo ella la primera hermosura delas del mundo, era su belleza tan grande, que causaua admiracion, en tanta manera que se marauillo mucho Alegorin: y como fuesse sabio muy grande, se espanto, considerando en si, como podia ser, que no siendo menos hermoso el cauallero para hombre, que la dama para muger, y siendo ambos la cepa, y cabeça dela humana generacion, como auia de auer en sus decendientes alguno que feo fuefle? Embouecido el sabio eneste subtil pensamiento, y determinado de dar solucion a su duda mas por estenso, como enel processo desta historia se vera, se acerco donde el cauallero del prado estaua, quexandose amar gamente de sus mortales heridas. Como assi lo vido, se apeo de su quartao, y saludando lo con mesura, prouo de alçarlo del suelo. Quando esto entendio Adam, le dixo: Ay cauallero amigo, por de mas te trabajas de hazer los cúplimientos de cortesia, q prucuas, en mi: sepas te, que yo soy Adam el sin vetura, q herido estoy de muerte, y es mi cay da tan grande, que fuerça grandissima, y sin comparació poderosa, me ha de alçar. Como esto oyo Alegorin, estuuo se quedo, y começo a lamētarlo, diziedo: Ay cauallero señor, ay Principe del huma no linaje, miserable ha sido vuestro perdimiento: agora conozco, q enlo q antes me dixistes, os sobraua razo: essa quisiera yo q vsarades vos, para de fenderos de venir enel trabajo q agora estays: muy ingtato aueys sido al soberano Emperador, q tantas y tá grandes mercedes os hizo; sabed, que para
dar