worshipped and served the creature more than the Creator?
Al cabo de un mes encontréme en California en casa del colono Moszynski. Recobradas un poco las fuerzas, fuíme a la Nevada; pero la estepa estaba ya cubierta de una hierba tan alta y exuberante, que no me fué posible hallar el sepulcro de Liliana, y todavía hoy ignoro dónde yacen sus sagrados despojos. ¿Qué pecado cometí para que el Señor apartara de mí su mirada y me abandonara de aquel modo en el horrendo desierto? No lo sé.
Si hubiese podido llorar sobre la tumba de mi adorada, menos penosa y dura hubiera sido para mí la existencia. Cada año vuelvo a la Nevada, y cada año indago inútilmente. Mucho tiempo ha transcurrido ya desde aquellos momentos aciagos, y mis labios infelices murmuran ya con frecuencia: «¡Hágase tu voluntad!» Pero, huérfano de su cariño, me encuentro mal en este mundo. Vive el hombre y sigue su camino entre los hombres, y acaso también ríe...; pero el viejo corazón solitario llora, ama, recuerda y añora.
Soy viejo, y en breve debo empezar el postrer, eterno viaje, y pido a Dios fervientemente que me permita encontrar por fin en las estepas celestiales a mi adorada Liliana, para ya nunca más volverme a separar de ella...
FIN