Página:Literatura policial en la Argentina. Waleis, Borges, Saer.djvu/27

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ttlba”A le t emt R Ak d?"Pd oderse queda una parte de los lectores del género policial en realidad no les importaba, y que este tipo de lector es un lector que en los textos, por asi’ decirlo, lee el género“. No es sor rendente ue muchos escritores fi uren entre los meores lectores de este J tipo, ya que este modo de lectura es una lectura de escritor: leer el género como abstracción es leer sus posibilidades, es decir, sus posibles usos. ¡ua uién im oraru¡'n aóa oer cro .. oríares n resulta más económica. Una concepción restricta no necesita negar definitivamen- te la presencia del género más allá de los límites que ella establece: le basta con afirmar que ese género policial enrarecido no es, exactamente, género policial. En este sentido, el desacuerdo entre ambas concepciones parece basarse en una diferencia insignificante. Sin embargo, esta concepción es sumamente incómoda: obliga a hablar de textos policiales, por un lado, y de "textos que trascienden lo meramente policial", por otro. O bien, a publicar antologías de textos policiales y antologías paralelas de policiales excéntricos como Poetic justice (New York, 1967), Los policiales involuntarios (La Habana, 1981) o Las fieras (Buenos Aires, i993). Estas duplicaciones, que una concepción restricta puede usar a modo de compensación para remediar sus propias limitaciones, resultan particularmente evidentes en el caso de la narrativa borgeana de las décadas del 30 y del 40. Si bien la importancia de la narrativa de Borges en la historia del género en la Argentina nunca ha sido discutida, la inversión de esta tesis (la importancia del género en la narrativa de Borges) resulta menos indudable. “Si Borges”, escribe Jorge Rivera, "no puede ser nominado razonablemente como el precursor absoluto de la narrativa policial argentina, se puede afirmar, en cambio, que su incursión relativamente fugaz por la misma (incursión que algunos se niegan a admitir) marca límites y características que tienen valor a la vez retrospectivo y proyectivo".’5 El estilo indeciso de esta frase es ya un indicio del carácter problemático que presenta este punto para la crítica. Rivera pasa desde la negación de una idea extrema (Borges como ”precursor absoluto de la narrativa policial argentina”) a la afirma- ción de una idea opuesta y también desmesurada (esa "incursión relativamente fugaz que algunos se niegan a admitir”). Por un lado, sostiene que la gran figura de Borges se hace sentir sobre toda la historia del género en la Argentina, y que su presencia es tan poderosa que tiene incluso efectos retrospectivos. Al mismo 28 8. Una de las ventajas de una concepción amplia del género policial es que