crimen, 1877 (y no en 1878, como se decia hasta fecha reciente), seguido, ese mismo año, de una segunda novela de 350 páginas, Clemencia. Waleis anuncia igualmente que Herencia fatal iba a ser publicada en un futuro inmediato para completar la trilogia. Waleis había elaborado, pues, un plan de publicaciones meticuloso. Asimismo, La huella del crimen presenta toda una bateria paratextual que prueba el alcance del proyecto poético de su autor: el subtítulo "novelajurídica original” (denominación que por otra parte retoma en Clemencia); una Carta al editor de Waleis en persona, en la que indica sus objetivos; dos prefacios bajo la forma de cartas al autor, firmadas por Juan Carlos Gómez (8 páginas) y Aditardo Heredia (8 páginas), quienes reflexionan acerca del proyecto de Waleis; el anuncio, al final de cada novela, de la continuación (al final de La huella del crimen: ”La continuación de esta novela es la del mismo autor, titulada Clemencia”; al fin de esta última: "La continuación de esta novela es la del mismo autor, titulada Herencia fatal”), lo que se inscribe incontestablemente en el principio de serie tipica del género. En su Carta..., Waleis reconoce su deuda para con Emile Gaboriau y se considera su discípulo. Cita también a Balzac, Poe, Xavier de Montespin, de Boisgobey, prueba fidedigna de su conocimiento profundo del género policial en gestación. Fiel a la ideologia de la generación de 1880 a la cual pertenece, Waleis esboza un proyecto propedéutico cuyo objetivo es el de educar y corregir sin olvidar el placer de la lectura, para lo cual retoma a su cuenta los principios de Cervantes, "instruirdeleitando" y “corregir instruyendo”. El alcance pedagógico de su literatura es doble: por un lado, se propone ”educar a la mujer"; por el otro, "popularizar el derecho" (Waleis se habia doctorado en jurisprudencia en la Universidad de Córdoba). Los textos de Gómez y Heredia completan este panora- ma, ya que resumen la problemática del género pol-¡cial ubicándolo en el contexto cultural local. Gómez, en efecto, se interroga sobre la posibilidad de su adaptación en Argentina, a lo que responde favorablemente, dado que el crimen es para él un "fenómeno social mundial", y la literatura ”popu|ar” —que sitúa sin embargo un peldaño más abajo de la "gran literatura" de Shakespeare o Goethe- permitiría instruir a la sociedad, en particular a las "capas desheredadas". Aditardo Heredia, mientras tanto, destaca la importancia de ambas obras de Waleis, porque vienen a llenar un vacío: la ausencia de novelas en la literatura nacional. Atribuye esta falta 8 Imprentas y Librerías de Mayo una primera novela de 319 páginas, La huella del
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