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Página:Lo peor, ser vanidoso, o, Niños y mariposas.djvu/14

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todo el dia sin sosiego.
Pablo. ¡Qué buenos son!... ¿Ya adivinas
á quién buscan, presumido?
Vicente. (Esquivando la conversación.)
Ven, que he de enseñarte un nido
que tengo de golondrinas.
(Se vá por la derecha del fondo llevándose á Pablo.
Luego aparecen por el huerto Faustino y Diego,
este último persiguiendo una mariposa blanca.)
ESCENA II.
Faustino y Diego.
Faustino. Me enojaré, te lo advierto,
y me harás desesperar,
si te empeñas en cazar
las mariposas del huerto.
¿Cómo con manos airadas
á molestarlas te atreves,
tan fáciles y tan leves,
tan tiernas y delicadas?
Déjalas, porque me oprime
tanta crueldad el pecho.
Ningún daño ellas te han hecho
para maltratarlas.
Diego. (Pensativo.)Dime:
teniendo lechos de rosas,
nardos, claveles y lilas,
¿por qué van tan intranquilas
vagando las mariposas?
¿Por qué cuando el sol desmaya
del mar al acento blando,
vienen las olas rodando
hasta morir en la playa?
¿Por qué el viento lento y frio
agita la rama verde