Página:Lo peor, ser vanidoso, o, Niños y mariposas.djvu/19

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
—15—
de la mensajera leve:
—«Es mariposa Felicia
del jardín en donde oró.—
Cuando á engalanarse empiezan
la violeta y la rosa
y el eco de viejos bronces
resuena en el pueblo, entonces
ancianos y niños rezan
en pos de una mariposa.»
(Después de una pausa y viendo á Diego meditabundo
contemplando las mariposas, le pone la mano en el
hombro y cambiando de tono le dice:)
¿Te gusta?
Diego. (Con viveza.) Sí. Cada dia
me lo tienes que contar
porque lo quiero enseñar
después á una hermana mia.
Faustino. (Tristemente.)
¡Sí!... Es posible que mañana
me ausente, Diego, de aquí!
Diego. Pues ¿cómo enseñaré, di,
el cuento á Flora mi hermana?
Faustino. Diego... (secándose una lágrima.)
Diego.
No me martirices...
No te irás.
Faustino. ¡Si tú supieses!... (Bajando la voz.)
Diego. Mira, amigo; si te fueses,
no seriamos felices;
porque el tiempo te diría
con sus dias de luz llenos:
— «Diego te echa muy de ménos
todas las horas del día.»—
Y como buenos hermanos
los libros que aquí aprendí,
preguntándome por ti
llegarían á mis manos!...